La mayoría de nosotros tiene en casa algún aparato que posee un panel táctil. Puede ser nuestro inseparable smartphone, una tablet, un reproductor de música MP4, la cafetera, la nevera…¡hasta hay lavadoras con displays táctiles! Si amigos, lo táctil está de plena actualidad, tocar sobre una pantalla mola, y como a todos nos gusta aprender cada día algo nuevo, aquí os traigo un tema donde diferenciaremos los dos tipos de tecnología táctil usadas en millones de gadgets.

- Vale, empecemos con lo que es un panel táctil.
Si hablamos coloquialmente sobre ello, un panel/pantalla táctil es una pantalla que tras el contacto, reacciona a la presión y ejecuta una acción. Todos los que hoy día andáis enganchados al teléfono o consumís vídeos de Youtube como si no hubiera un mañana con vuestras tablets, sabéis de lo que hablo. Es más, hasta un niño de cinco años sabe cómo reacciona una pantalla al contacto con los dedos. Ellos ni tan solo se imaginan el simple hecho de coger un móvil y que tocando la pantalla, ésta se muestre impasible. El tocar una pantalla se ha hecho ya una costumbre, y no mintáis, seguro que alguna vez habéis hecho el gesto de pinza (acercar/alejar en un smartphone) usando otro aparato que debido a su antigüedad, no cuenta con panel «sensible al contacto». La cara de tonto que se le queda a uno no tiene precio, os lo puedo asegurar.

Entrando algo más en materia, y usando términos algo más técnicos, podríamos definir una pantalla táctil como un panel con el que mediante el contacto sobre su superficie, se crea una reacción que permite la entrada de una serie de datos que son procesados, y a su vez, se produce una respuesta que es la que se muestra en la pantalla. Digamos que la pantalla actúa como periférico de entrada y salida de datos (así lo describen en Wikipedia, así que no voy a ser yo el que lo ponga en duda, no vayan a enfadarse).
- Todo muy bonito, ¿pero que diferencias hay entre una pantalla capacitiva y una resistiva?
Digamos que dentro de lo que conocemos como panel o pantalla táctil, hay dos tipos bien diferenciados. Cada uno funciona de un modo bastante diferente al otro, y eso acaba traduciéndose en la manera en la que usamos nuestro dispositivo diariamente. No será igual la forma en la que interactuamos con un móvil o tablet con un panel resistivo, que con uno capacitivo, siendo este último mucho más moderno y de mayor implantación en el mundo.
Me gustaría comenzar esta comparativa entre ambos tipos de panel, con el que considero, es el perdedor del enfrentamiento. Las pantallas táctiles conocidas como resistivas fueron las primeras que equiparon los teléfonos inteligentes allá a mediados de la década del 2000. Por aquel entonces, los móviles empezaban a titubear con internet, reproducción de contenido multimedia, lector de archivos y todas las prestaciones que consideramos básicas hoy día en cualquier smartphone que se precie.

Para que os hagáis una idea rápida de lo que hablo, una pantalla resistiva es la que montan la mayor parte de los GPS del mercado. Es cierto que algunos ya se han actualizado y ya son más complejos, pero aun hoy, si intentáis usarlos como si de vuestro móvil se tratara, veréis que el pobre dispositivo ni se entera. O mejor dicho, hace algo que ni por asomo es lo que pretendíais realizar. Estas pantallas están formadas por varias capas, las cuales, cuando presionamos con nuestro dedo, dos de ellas entran en contacto y se traduce en una corriente eléctrica que a su vez, permite al terminal detectar la pulsación.
Por otra parte, las denominadas como pantallas capacitivas, son aquellas que se usan con algo que posea la capacidad de tener capacitancia , es decir, nuestro dedo. En este caso, la pantalla es capaz de detectar varias pulsaciones simultáneas o gestos, cosa que en las resistivas no podemos hacer. A su vez, otra clara diferencia entre ambas tecnologías táctiles es que en este caso, en un display capacitivo no es necesario presionar para que la acción se realice. Es evidente que todos los que habéis llegado hasta aquí, ya os habrá quedado claro qué tipo de pantalla monta vuestro teléfono, ¿verdad? (una capacitiva, pero eh, no se lo digas a nadie).
Para acabar de solidificar todo lo expresado en esta entrada, os dejaré una imagen que os ilustrará perfectamente las diferencias existentes entre ambos acercamientos táctiles.
